14-Mayo-2010 Incursion SAS en aerodromo isla Borbon
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14-Mayo-2010 Incursion SAS en aerodromo isla Borbon
NO TODO ES VICTORIA PARA ARGENTINA
Como en toda pelea , tambien se da y se recibe, aqui una victoria para los ingleses, que quede patentizado que no soy pro ingles ni lo sere, me caen mal , pero ha historia fue asi y hace 28 años las cosas sucedieron asi
La vuelta a los orígenes, el ataque del SAS contra el aeródromo
El atardecer del 14 de mayo se hizo esperar, sin embargo los comandos de inmediato radiaron la información hacia el portaaviones HMS “Hermes”: “Once aviones, al parecer reales. Ataque esta noche”.
El corto mensaje fue rápidamente recibido y de inmediato se dio la alerta al resto del D Squadron del 22º SAS Regiment. Un personaje no integrante de esta unidad volvería a tomar acción en las operaciones, era el capitán Chris Brown, de la 148th Battery del 29º Commando Artillery Regiment, que había reglado el fuego de los buques británicos en la captura de Grytviken, en las islas Georgias. Los comandos contarían con el fuego de apoyo de los dos cañones de 114 mm del destructor HMS “Glamorgan”.
Rápidamente, dos helicópteros Sea King HC.Mk.4 fueron alistados para transportar al personal implicado en la primera operación de ataque contra un aeródromo enemigo que el SAS realizaría desde la Segunda Guerra Mundial.
Los pilotos de los helicópteros británicos utilizaban anteojos de visión nocturna para la navegación, lo que facilitaría moverse en la oscuridad, en tanto que las dos patrullas se desplegaron rápidamente para señalizar la zona de aterrizaje de los helicópteros.
En la madrugada, los helicópteros depositaron unos 48 hombres del SAS, así como al observador avanzado Chris Brown. Éste último fue el primer en desembarcar junto con un equipo del SAS, mientras que el resto de los hombres llegaron después. Minutos más tarde las tropas se dividieron en dos equipos, el primero de ellos se encargaría del asalto, mientras que el segundo actuaría como elemento de cobertura y apoyo de fuego.
El primero tomó posiciones, su misión consistía en destruir los aviones, el radar y, si había tiempo, los depósitos de combustible y municiones. Por su parte, el segundo realizaría una misión de diversión con el objeto de atraer la atención de los equipos de seguridad de la base, así como a los pilotos.
Pero no todo había salido tan bien como parecía, los helicópteros se habían retrasado excesivamente, y una larga marcha nocturna esperaba a los hombres, los cuales ahora deberían atacar casi con las primeras luces del amanecer. Debían acelerar su avance, cada soldado estaba pesadamente cargado, pues además de su fusil M-16 de 5.56 mm y ametralladoras medianas, los hombres transportaban lanzacohetes, explosivos, morteros de 81 mm y municiones para éste.
Tan pronto como se ubicaron en la zona, los hombres instalaron las posiciones para los morteros, logrando dejar allí a las granadas que transportaban, en tanto que se iniciaba el montaje de las armas. Paralelamente, las fuerzas de asalto iniciaban su camino, apresuradamente, hacia las posiciones iniciales para lanzar el ataque. El plan original establecía contactarse con la población local, sin embargo ya no había tiempo, si el ataque quería tener éxito solo restaba media hora.
El capitán John Hamilton encabezaría al equipo de asalto. Se habían movido bajo la cobertura nocturna y lanzan el ataque bajo la confusión que estaban creando los proyectiles de morteros y el fuego de artillería naval. Rápidamente, los especialistas en demolición se ubicaron en las aeronaves, donde instalaron los explosivos plásticos y los detonadores de tiempo, éstos les darían muy poco tiempo para ponerse a cubierto. Los explosivos se ubicarían en la zona de los motores y tanques de combustibles de los aviones, con el objeto de producir la mayor destrucción y evitar que puedan ser empleados como fuentes de repuestos.
Asimismo, el radar, el depósito de municiones y el de combustible también fueron destruidos con explosivos.
Las explosiones se suceden una tras otra, los argentinos disparan en todas direcciones tratando de interpretar que estaba sucediendo, pronto los defensores comienzan a buscar ponerse a cubierto de una manera bastante desordenada, la sorpresa había sido bastante grande, aunque se lograba responder al fuego de los comandos británicos. Debido al atrincheramiento, los comandos del SAS iniciaron su repliegue a las 0745 horas, aproximadamente, inicialmente lo hicieron hasta la base de morteros, después se retiraron hacia la zona de extracción, donde los helicópteros ahora los aguardaban para llevarlos de vuelta al portaaviones.
La misión realizada por el D Squadron del SAS había sido muy exitosa, sus hombres habían logrado sabotear los once aviones presentes en la isla, habían destruido un avión de transporte Shorts Skyvan de la Prefectura Naval Argentina y dos Pucará de la FAA, los A-502 y A-520, asimismo, habían dejado fuera de servicio a otros cuatro Pucará, así como cuatro T-34C del COAN, de los que dos habían resultado completamente destruidos (1). Esto significó el fin de las operaciones argentinas desde esa posición. Por su lado, el SAS sufrió dos heridos, uno de ellos de importancia, cuando trabaron combate con la guarnición argentina.
Aunque no se destruyeron todos los aviones, el ataque hizo que la base dejara de operar y que los aviones Pucará allí estacionados debiesen ser abandonados debido a que las facilidades de la base hacían imposible su reparación. El objetivo de la operación se había cumplido rápidamente.
TOMADO DE AQUI
http://www.dintel-gid.com.ar/especiales/articulo26.html
Como en toda pelea , tambien se da y se recibe, aqui una victoria para los ingleses, que quede patentizado que no soy pro ingles ni lo sere, me caen mal , pero ha historia fue asi y hace 28 años las cosas sucedieron asi
La vuelta a los orígenes, el ataque del SAS contra el aeródromo
El atardecer del 14 de mayo se hizo esperar, sin embargo los comandos de inmediato radiaron la información hacia el portaaviones HMS “Hermes”: “Once aviones, al parecer reales. Ataque esta noche”.
El corto mensaje fue rápidamente recibido y de inmediato se dio la alerta al resto del D Squadron del 22º SAS Regiment. Un personaje no integrante de esta unidad volvería a tomar acción en las operaciones, era el capitán Chris Brown, de la 148th Battery del 29º Commando Artillery Regiment, que había reglado el fuego de los buques británicos en la captura de Grytviken, en las islas Georgias. Los comandos contarían con el fuego de apoyo de los dos cañones de 114 mm del destructor HMS “Glamorgan”.
Rápidamente, dos helicópteros Sea King HC.Mk.4 fueron alistados para transportar al personal implicado en la primera operación de ataque contra un aeródromo enemigo que el SAS realizaría desde la Segunda Guerra Mundial.
Los pilotos de los helicópteros británicos utilizaban anteojos de visión nocturna para la navegación, lo que facilitaría moverse en la oscuridad, en tanto que las dos patrullas se desplegaron rápidamente para señalizar la zona de aterrizaje de los helicópteros.
En la madrugada, los helicópteros depositaron unos 48 hombres del SAS, así como al observador avanzado Chris Brown. Éste último fue el primer en desembarcar junto con un equipo del SAS, mientras que el resto de los hombres llegaron después. Minutos más tarde las tropas se dividieron en dos equipos, el primero de ellos se encargaría del asalto, mientras que el segundo actuaría como elemento de cobertura y apoyo de fuego.
El primero tomó posiciones, su misión consistía en destruir los aviones, el radar y, si había tiempo, los depósitos de combustible y municiones. Por su parte, el segundo realizaría una misión de diversión con el objeto de atraer la atención de los equipos de seguridad de la base, así como a los pilotos.
Pero no todo había salido tan bien como parecía, los helicópteros se habían retrasado excesivamente, y una larga marcha nocturna esperaba a los hombres, los cuales ahora deberían atacar casi con las primeras luces del amanecer. Debían acelerar su avance, cada soldado estaba pesadamente cargado, pues además de su fusil M-16 de 5.56 mm y ametralladoras medianas, los hombres transportaban lanzacohetes, explosivos, morteros de 81 mm y municiones para éste.
Tan pronto como se ubicaron en la zona, los hombres instalaron las posiciones para los morteros, logrando dejar allí a las granadas que transportaban, en tanto que se iniciaba el montaje de las armas. Paralelamente, las fuerzas de asalto iniciaban su camino, apresuradamente, hacia las posiciones iniciales para lanzar el ataque. El plan original establecía contactarse con la población local, sin embargo ya no había tiempo, si el ataque quería tener éxito solo restaba media hora.
El capitán John Hamilton encabezaría al equipo de asalto. Se habían movido bajo la cobertura nocturna y lanzan el ataque bajo la confusión que estaban creando los proyectiles de morteros y el fuego de artillería naval. Rápidamente, los especialistas en demolición se ubicaron en las aeronaves, donde instalaron los explosivos plásticos y los detonadores de tiempo, éstos les darían muy poco tiempo para ponerse a cubierto. Los explosivos se ubicarían en la zona de los motores y tanques de combustibles de los aviones, con el objeto de producir la mayor destrucción y evitar que puedan ser empleados como fuentes de repuestos.
Asimismo, el radar, el depósito de municiones y el de combustible también fueron destruidos con explosivos.
Las explosiones se suceden una tras otra, los argentinos disparan en todas direcciones tratando de interpretar que estaba sucediendo, pronto los defensores comienzan a buscar ponerse a cubierto de una manera bastante desordenada, la sorpresa había sido bastante grande, aunque se lograba responder al fuego de los comandos británicos. Debido al atrincheramiento, los comandos del SAS iniciaron su repliegue a las 0745 horas, aproximadamente, inicialmente lo hicieron hasta la base de morteros, después se retiraron hacia la zona de extracción, donde los helicópteros ahora los aguardaban para llevarlos de vuelta al portaaviones.
La misión realizada por el D Squadron del SAS había sido muy exitosa, sus hombres habían logrado sabotear los once aviones presentes en la isla, habían destruido un avión de transporte Shorts Skyvan de la Prefectura Naval Argentina y dos Pucará de la FAA, los A-502 y A-520, asimismo, habían dejado fuera de servicio a otros cuatro Pucará, así como cuatro T-34C del COAN, de los que dos habían resultado completamente destruidos (1). Esto significó el fin de las operaciones argentinas desde esa posición. Por su lado, el SAS sufrió dos heridos, uno de ellos de importancia, cuando trabaron combate con la guarnición argentina.
Aunque no se destruyeron todos los aviones, el ataque hizo que la base dejara de operar y que los aviones Pucará allí estacionados debiesen ser abandonados debido a que las facilidades de la base hacían imposible su reparación. El objetivo de la operación se había cumplido rápidamente.
TOMADO DE AQUI
http://www.dintel-gid.com.ar/especiales/articulo26.html
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