Hoy se cumplen 30 años de servicio del PUCARA en la FAU




El Pucará en la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU)



En la década del setenta, Uruguay analiza la necesidad de modernizar su material de combate, que por ese entonces contaba con Lockheed T-33 y North American T-6 artillados.

Dentro de la estrategia de modernización, estaban siendo considerados los Cessna A-37B Dragonfly comprados a EE.UU., pero estos no estarían reemplazando a los T-6 en las tareas de ataque y apoyo cercano, que además tuvieran capacidad COIN.

Siendo casi obvia la selección del FMA IA-58A Pucará, debido al nivel de compromiso que existía entre los gobiernos de Argentina y Uruguay, además de contar con una buena financiación y la posibilidad de contar con los aparatos de manera casi inmediata.



El 12 de noviembre de 1980 (plena dictadura militar) se firma el contrato de compra, el cual incluían seis aviones (con opción a dos más), entrenamiento, repuestos, mantenimiento inicial y armamento lanzable. Siendo el destino de estos aparatos el Grupo de Aviación N° 1 con asiento en Durazno.



Para cumplir el contrato, los aparatos del tercer y cuarto lote destinados para la Fuerza Aérea Argentina (FAA), fueron reasignados para la FAU, y recibieron las matriculas FAU 220, 221, 222, 223, 224 y 225, fueron terminados en un esquema de tres tonos, estilo Sudeste Asiático, con superficies interiores en gris claro.



Los dos primeros aparatos entregados fueron el FAU 220 y 221 el 12 de mayo de 1981, realizando, sobre suelo argentino, el 28 de mayo su primer “vuelo solo” por pilotos uruguayos a bordo del FAU 221. Siendo trasladados en vuelo a Uruguay el 2 de junio del mismo año.

A partir de ahí, se entregaron un aparato por mes hasta cumplir el contrato, siendo el último en ser entregado el FAU 225, el cual fue recibido el 8 de octubre de 1981.



Se los dio de alta formalmente el 10 de octubre de 1981 mediante el orden CGFAU N° 2034.



Cómo dato anecdótico, se puede decir que los aparatos cumplieron diez años de operación y 10.000 hs libres de accidentes. Además se logró la casi total independencia en el mantenimiento de las aeronaves, y gracias al nivel alcanzado en el Grupo N° 1 la Fuerza Aérea Colombiana fue asistida técnicamente en varias oportunidades por personal de la FAU, esto se debió a que la FMA no podía cumplir con la asistencia debida a Colombia.



Los aviones de Uruguay fueron mejorados al ser equipados con GPS e incluso con algunos otros cambios menores en la aviónica.



Solo se registró una perdida, y fue el 23 de julio de 1993, en el que, luego de un turno de entrenamiento en el Polígono La Carolina se registró la perdida del FAU 225 en aguas de la Represa del Rincón. Siendo fatal para la tripulación.

Para cubrir esta perdida, se hicieron gestiones para obtener nuevos ejemplares, aun si fuesen de segunda mano. En 1998 las gestiones dieron frutos, adquiriendo dos supuestas células que habían quedado almacenadas en las instalaciones de la ex-FMA (privatizada y vendida a la Lockheed Martin) y que estaban sin completar, a eso, se le sumaban algunos repuestos. El paquete sería canjeado por células de Beech T-34A junto a algunos repuestos que serían proporcionados por la FAU.

El 2 de junio, fue trasladado el aparato que estaba más avanzado en su construcción en un C-130B de la FAU, realizándose su aceptación formal el día siguiente.

La transferencia de la otra célula seleccionada en el canje, nunca se efectivizó.



Las autoridades de la FAU consideraron que la nueva célula sería para reemplazar al FAU 221 debido a que había alcanzado las 2400 hs de vuelo y esperaba la inspección de ciclo mayor.

Con la ayuda de personal de la FAA, el personal de la FAU logra poner en orden de vuelo a la nueva aeronave el 14 de abril de 1999. Para esto se utilizaron partes del FAU 221 y 223 (que también estaba en las mismas condiciones que el FAU 221). En un principio ésta recibió la matricula 221, que pertenecía a la aeronave ya desafectada, pero al poco tiempo, fue cambiada y se la rematriculo como FAU 227.



En distintos períodos y gracias a acuerdos entre ambos gobiernos, algunos IA-58 pertenecientes a las FAA, fueron prestados a la FAU, para cubrir las necesidades operativas, que se veían afectadas en los lapsos de tiempo en que los aviones uruguayos pasaban por inspecciones. Es así que el FAU 226 ha volado en carácter de préstamo, con la matrícula argentina tapada con adhesivos plateados y con cocardas adhesivas uruguayas, no siendo aplicado el esquema de la FAU, y volando en metal natural.



Una distinción que tienen los Pucara de las FAU es la de contar con personal femenino dentro de los pilotos que lo vuelan, siendo Carolina Arévalo la primer mujer en tener el mando de un IA-58.



Armamento:
2 cañones Hispano-Suiza HS.804 de 20mm
4 ametralladoras cal. 7.62 mm FM M2-20
Velocidad máxima: 520 Km. a 3.000 mts.
Motor: 2 Turbomeca Astazou XVI G de 1.021 cv c/u


tomado del site de IPMS URUGUAY

http://www.ipmsuruguay.com/pages/reviews/airfix_a03068/pucara.html